Consideramos la confesión de pecados como acto íntimo y personal que se hace sólo ante Dios. Nuestros pastores y pastoras estarán dispuestos escucharlo, aconsejarlo y orar juntos por sus problemas y necesidades con la más absoluta reserva.
Nuestra característica comunitaria con la pluralidad y diversidad propia del país que habitamos es ser una comunidad de fe solidaria, inclusiva y amorosa al servicio de nuestro prójimo.